Como propietario de un negocio, eres un maestro haciendo malabares. Pero entre el caos de las ventas, el marketing y el servicio al cliente, ¿has considerado qué es lo que realmente define el éxito o el fracaso de tu promesa al cliente? No es solo tu producto. Es tu almacén.
En el motor del comercio, el almacén es la central de energía.